“El médico como
esperanza de vida”, es un libro particularmente útil e interesante, no solo por
lo valioso de su contenido y por las enseñanzas que brinda, sino también por la
claridad y por la elegancia de su exposición. Subraya que al lado de la
formalidad del acto médico se impone el eros terapéutico que armoniza lo
instrumental con lo ético y lo afectivo.
El autor, doctor
Francisco Vásquez Palomino, doctor en medicina, es un distinguido
psicoterapeuta, autor de numerosos trabajos, referidos al acto médico, entre los que destaca el libro
“Mis Amigos Los Pacientes” y “La
Relación entre Médico y Paciente Grave”, en donde se enfatiza
“que la relación médico-paciente debe ser siempre una instancia dialogante que
promueva la confianza, la responsabilidad y el respeto mutuo”. Señala que en la
práctica profesional es pertinente que el médico concientice aquellas características
de su personalidad y de su mundo interno que favorecerá o entorpecerá su práctica
asistencial. Recomienda al respecto, tener en cuenta sus simpatías, sus antipatías,
así como sus limitaciones y potencialidades para neutralizar las unas y
capitalizar las otras. Recomienda la aplicación eficiente de las técnicas
especificas del arsenal terapéutico con una atención médica personalizada,
dondepredomine la trilogía hipocrática constituida por la vocación de ayudar,
la inducción de confianza y la discreción adecuada.
El libro esta
dirigido a los profesionales de la salud y muy especialmente a los médicos y
estudiantes de medicina, señalando la gran importancia que tienen los factores
psicosociales en la alianza terapéutica para optimizar los resultados diagnósticos
y terapéuticos y así ayudar a superar el estrés que produce la enfermedad. Los
diversos capítulos del libro, tienen una unidad y una secuencia didáctica
fecunda, la que no impide que cada uno de los capítulos tenga de por si un
valor particular que posibilita una lectura independiente que resulta útil y
estimulante. Describe extensamente los diversos modelos de la relación
medico-paciente, sus características, sus clases, los factores dinámicos que
influyen en su formación y en su evolución, sus conflictos, así como el
importante efecto que tiene sobre los resultados del acto médico. Como tema
central del libro, el Dr. Vásquez, considera a la relación médico-paciente
positiva, como ese factor invisible de la vinculación terapéutica, donde por un
lado se dan las habilidades curativas del médico, y por otro lado, las
expectativas de curación del paciente, todo en un clima emocional de mutua confianza
y colaboración. Considera que la posición humanista del médico, se caracteriza
por la inducción de confianza y por el buen trato. Sostiene así mismo que para
optimizar los efectos terapéuticos de la relación médico-paciente, es siempre
conveniente capitalizar las diversas facetas de la comunicación no verbal,
especialmente la de los canales sensoriales, como son la mirada, los gestos,
las inflexiones de voz y los contactos físicos, Aborda también el tema del
riesgo-beneficio de la relación médico-paciente, especialmente cuando en el
acto médico se tiene “que aplicar procedimientos riesgosos” o cuando las intervenciones impliquen consecuencias
graves o invalidantes. Denuncia el abuso de la medicina socializada de las
instituciones tanto estatales como privadas, en la relación médico-paciente, así como un debilitamiento
del potencial afectivo positivo con un trato impersonal y no pocas veces con un
condicionamiento iatrogénico.
Al abordar la
patología de la relación médico-paciente, considera la influencia negativa en
los resultados del acto médico, las conductas inadecuadas tanto de los médicos
como de los pacientes, entre las que señala la desidia, la explotación, el
rechazo, la prisa, la indiferencia, la antipatía, etc. Señala que dichas
actitudes negativas, están muchas veces conectadas a factores transferenciales
o contratransferenciales.
Entre las diversas
formas patológicas de la relación médico-paciente, describe la de algunos
profesionales médicos inescrupulosos, que maquillan con buenos modales las
consultas médicas, convirtiendo el acto profesional en un filón egocéntrico de
aprovechamiento económico. El autor, enfatiza, así mismo, que muchos pacientes
convierten también el acto médico en un instrumento para obtener la llamada
“ganancias secundarias de enfermedad”, mostrando que los daños iatrogénicos, no
solo se deben a errores de diagnóstico o a impericia en las prácticas, sino también
a la presencia de actitudes y conductas inadecuadas y contraproducentes de los médicos.
Analiza la influencia y características de los llamados “pacientes problema”
que generan ineficacia e insatisfacción en el ejercicio del acto médico.
En el capitulo
sobre ética y amistad, el Dr. Vásquez Palomino, se extiende largamente en la
importancia de los valores vinculados a la benevolencia, a la benedicencia, a
la beneficencia y a la benefidencia. Particularmente interesante es el capitulo
referido al paciente terminal y a la instancia del morir, donde el autor se
refiere a los diversos aspectos legales de la eutanasia y a la justificación
del suicidio asistido. En la asistencia del paciente grave, enfatiza la urgencia de la transparencia, del
respeto y sobre todo del apoyo emocional.
Este ensayo
escrito por el Dr. Francisco Vásquez Palomino, expresa con un profundo sentido pedagógico,
una importante contribución al mejor ejercicio del acto médico, convirtiéndose
en un valioso tratado de psicología y psicopatología, donde se promociona la
habilidad compasiva del médico y la confianza colaboradora del paciente. José Alva Quiñones.
Médico
Psicoterapeuta